Lo que no ocurre en años, puede ocurrir en segundos

lo que no ocurre en años puede pasar en segundos

“Lo que no ocurre en años puede ocurrir en segundos”. Esta afirmación sirve como un poderoso recordatorio de que, incluso si hemos trabajado de forma segura durante años, un solo momento de desatención o complacencia puede provocar un incidente. Los eventos no deseados pueden ocurrir en cualquier momento, con consecuencias potencialmente letales.

En el campo de la seguridad y la salud ocupacional, a menudo hablamos de hábitos, rutinas y procedimientos. Cuando hacemos las cosas de cierta manera sin que nos pase nada, todos los días, es fácil suponer que los accidentes solo le ocurren a otras personas o que de alguna manera estamos exentos de riesgos porque tenemos experiencia o somos cuidadosos. Pero la verdad es que solo se necesitan unos segundos para que ocurra un accidente grave, segundos que pueden marcar la diferencia entre un accidente casi fatal y una lesión grave.

Considere un escenario común: usar maquinaria o equipo sin seguir los procedimientos de bloqueo y etiquetado. Tal vez haya operado esa máquina durante años y esté seguro de saber cómo funciona. Pero omitir ese paso crucial solo una vez podría provocar una lesión grave. En unos segundos, la máquina podría ponerse en marcha inesperadamente, causando una lesión o algo peor. De manera similar, descuidar el uso de los EPPs adecuados “solo por esta vez” puede parecer inofensivo hasta que un incidente demuestre lo contrario.

La dejadez es un riesgo silencioso, que a menudo se infiltra cuando nos sentimos más cómodos o confiados. Nos acostumbramos a nuestras rutinas y podemos comenzar a tomar atajos, a menudo sin darnos cuenta. Pero estos atajos, incluso los menores, comprometen la seguridad y nos ponen a nosotros, a nuestros compañeros de trabajo e incluso a nuestras familias en riesgo. La seguridad no es solo una cuestión del individuo: se trata de todos los que nos rodean y que podrían verse afectados por un solo momento de descuido.

Para contrarrestar esto, debemos permanecer atentos y hacer de la seguridad una prioridad diaria. Esto significa no solo seguir los protocolos y usar EPPs, sino también cuidarnos unos a otros, denunciar si vemos prácticas inseguras y revisar periódicamente los procedimientos de seguridad. Fomentar una cultura de seguridad proactiva donde todos se sientan responsables del bienestar colectivo ayuda a mantener el lugar de trabajo seguro para todos.

Recuerde, un entorno de trabajo seguro requiere que seamos conscientes de los riesgos en todo momento. Lo que ha sido seguro durante años puede cambiar en un segundo si bajamos la guardia. Comprometámonos hoy a mantenernos alerta y a mantener la seguridad como prioridad en todo lo que hacemos. Gracias por su atención y compromiso con un lugar de trabajo más seguro.

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